Os traemos un corto y preciso vídeo que analiza la situación geopolítica actual en Ucrania y  cómo EUA busca una guerra con Rusia, lo que saciaría sus pretensiones de una nueva guerra global.

También un excelente artículo del compañero y amigo Benito de la plataforma No a la Guerra Imperialista de Madrid, que da un repaso a la geopolítica global en torno a Ucrania, sin dejar de lado las agresiones imperialistas sobre Venezuela y Oriente Medio.

¿Por qué Estados Unidos necesita una gran guerra en Europa?

 

 

Lucha de líneas y lucha de clases en el Campo Anti-Imperialista

No a la Guerra Imperialista (Madrid) | 14 Sept. 2014 | Benito García Pedraza

Comenzaba el año 2014 con buenos augurios, se anunciaba la celebración de la Cumbre Ginebra 2 sobre Siria y las negociaciones de Occidente con Irán sobre su programa nuclear iban por buen camino, lo que redundaba en una reducción de la presión de EE.UU. para sancionar a ese país.

La crisis militar en Siria había desescalado, tras la amenaza de EE.UU. de intervenir directamente en septiembre, y que fue hábilmente sustituida por la diplomacia rusa que asesoraba a Siria por una entrega de este país de sus armas químicas a la Comunidad Internacional para su destrucción.

La “intelligentsia” occidental llegó a la conclusión a lo largo del otoño de 2013 que la crisis de seguridad siria se resolvería con la participación del Gobierno sirio y no a sus espaldas.

Sin embargo, esos buenos augurios con los que comenzaba 2014 se vieron pronto empañados. La Cumbre de Ginebra 2, a la que finalmente no asistió Irán por presiones de la oposición armada siria, se enredó en la cuestión de la responsabilidad del terrorismo en Siria, cuestión que si no se resolvía no se podía pasar a la siguiente que era la central de la Cumbre, es decir, cómo combatirlo. La Cumbre se diluyó en un diálogo de sordos y, finalmente, se canceló.

Paralelamente al escenario de Oriente Medio, en Europa del Este, la crisis política ucraniana, provocada a partir de sus negociaciones para establecer un acuerdo de asociación con la Unión Europea, amenazaba con convertirse en una crisis de seguridad en Europa.

Las protestas sociales y políticas en Kiev, que tenían como detonante el acuerdo de asociación con la Unión Europea, tenían como fondo la crisis económica del país. Las protestas, de forma intermitente, se extendieron desde finales de noviembre de 2013 a febrero de 2014. Las protestas fueron acaparadas por el movimiento de ultra-derecha ucraniano a partir de un partido con representación parlamentaria, Svoboda.

A partir de diciembre de 2013, las protestas comenzaron a militarizarse y el escenario donde se realizaban, la plaza de Maidan, se transformó en un campamento militar atrincherado donde sus componentes se organizaban en escuadrones de combate, se aprovisionaban de armas y recibían instrucción militar.

El punto culminante de estas protestas, convertidas en una “revolución de color” diseñada desde las agencias de inteligencia occidentales, fueron las Olimpiadas de Invierno celebradas en Sochi (Rusia).

¿Por qué las Olimpiadas de Invierno de Sochi? Porque durante esas olimpiadas, el gran aliado del poder ucraniano en esos momentos, Rusia, estaría ocupado en un gran evento de carácter internacional como no se había celebrado en el gigante euroasiático desde 1980.

Tres días antes de que las Olimpiadas de Sochi se clausuraran, el viernes 21 de febrero, se firmó un acuerdo de entendimiento entre el Gobierno ucraniano y la oposición para solucionar políticamente la crisis ucraniana, con presencia de embajadores de Rusia, EE.UU. y la Unión Europea. Al día siguiente, ese acuerdo era papel mojado, la oposición expulsaba al presidente legítimo del parlamento ucraniano y nombraba a uno nuevo, aprobaba la destitución del presidente legal y legítimo del país, enmendaba la Constitución y pasaba a elegir nuevos funcionarios del Gobierno y del Estado ucranianos, deshaciéndose del poder judicial, además del ejecutivo, y poniendo a otro en su lugar.

El día de la clausura de los juegos de Sochi, el 23 de febrero, el presidente ucraniano estaba en paradero desconocido, una asamblea de gobernadores del Este de Ucrania no reconocían los cambios legales que había realizado el parlamento el día anterior, y comenzaba la huida y, en algunos casos, el secuestro de parlamentarios opuestos al golpe de Estado que los neoliberales y la ultraderecha habían producido con el apoyo de Occidente.

Prácticamente después del golpe de Estado en Kiev, comenzaba la movilización de los ciudadanos del Este de Ucrania en contra del golpismo. La organización había comenzado con anterioridad, dirigida por militantes del partido comunista y del partido de las regiones, pero tras la caída del edificio constitucional de Kiev la movilización de los ciudadanos del Este se produjo, en primer lugar, para defender los monumentos de la época soviética que habían sido objeto de los ataques de los ultras de Maidan. Seguir leyendo