Category: 11-M



Un recomendadísimo documental sobre el 11M tras el 13º aniversario de la matanza, de la mano de Cyrille Martín, un director francés de izquierdas, al que ha corrido a denigrar y censurar la izquierda española. Incluye una entrevista con el historiador suizo Daniele Ganser, gran experto en terrorismo de estado en Europa Occidental, autor del libro «Los ejércitos secretos de la OTAN».

 

A partir de extractos del juicio, este documental pretende reabrir el debate sobre el 11-M desde un punto de vista de izquierdas, de lucha contra el racismo y la islamofobia. Critica tanto la investigación judicial como a algunos periodistas de derechas que monopolizaron el tema para ponerlo al servicio de sus teorías.

El 11-M cumplirá 13 años en unas semanas. Estos terribles atentados y el caso de Jamal Zougam son temas muy importantes, especialmente en nuestra época, en la cual hay un odio creciente hacia la minoría musulmana, en España, en Francia y en todo Occidente. Odio que está siendo utilizado por algunos sectores políticos, al igual que se utilizaba el antisemitismo en otra época, como quedó claro en el célebre caso Dreyfus en Francia, donde un militar judío, el capitán Dreyfus, fue falsamente condenado por espionaje a favor de Alemania.

 

El caso de Jamal Zougam empieza también a ser conocido en Francia, donde la versión francesa de este documental fue seleccionada en festivales, proyectada gracias a varias organizaciones de izquierdas, invitada en medios de comunicación como Radio Libertaire, y difundida a través de la plataforma web de los «Mutins de Pangée», una productora de documentales militantes muy reconocida por sus documentales sobre Noam Chomsky y Howard Zinn.

 

Para animar a la gente a ver este documental totalmente auto-producido, aquí está el trailer : vimeo.com/198807937

 

Pagina web : nuevodreyfus.net
facebook/nuevodreyfus
cyrille.martin34@gmail.com

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“La enorme patraña del 11-M” – Fernando Múgica

11M, 11 Años después. “El día que quieren que olvides”

 

Todo sobre el 11M en IPV

Cartel de IPV. 2011


La muerte de Fernando Múgica truncó su proyecto de escribir un libro basado en sus investigaciones sobre el 11-M. Este texto, en el que sostiene que las Fuerzas de Seguridad taparon con pruebas falsas el papel de «potencias extranjeras», iba a servirle de prólogo. EL ESPAÑOL lo reproduce como homenaje a su tesón en la búsqueda de la verdad.

El Español | 22 May. 2016 | Fernando Múgica

Una de las personas más importantes del Gobierno de Aznar me hizo varias confidencias junto al mar. Fueron muchas horas de conversación durante dos días de verano. Hubo solo un mensaje que repitió en tres ocasiones.

«A mí lo que siempre me ha fascinado» -me insistió- «es por qué no has tenido problemas físicos. Sigues empeñado» -se refería claro está a la investigación sobre el 11-M- «en pasar de la cascarilla. Lo que me asombra es que a tu edad sigas con esa fantasía de que vas a poder llegar más allá de la espuma de lo que pasó. Estás loco. Tú eres perfectamente consciente de que en el momento en que traspases la espuma de la realidad duras exactamente 24h».

Y tenía razón. El conjunto de datos de la investigación policial que dio lugar al sumario y, más tarde, a la sentencia del 11-M constituyen una simple y gigantesca cascarilla. La razón de Estado, apoyada con el doble estímulo del terror y las prebendas, se impuso entre las fuerzas del orden para fabricar esa espuma envolvente que tanto nos ha distraído.

Los más escépticos entre los periodistas, los políticos y los agentes de la ley, fuimos laminados. A otros se les estimuló con reconocimientos, ascensos o traslados a diferentes embajadas. Se colocó en puestos clave de control a tres policías incondicionales del nuevo Gobierno, aunque para ello tuvieran que sacrificar durante una temporada a la maquinaria engrasada y eficaz de la Unidad Central de Inteligencia. Se controlaron llamadas y ordenadores. Se cambiaron cerraduras y protocolos.

Al final, unos antes y otros después, todos los cuerpos de seguridad terminaron apoyando una versión en la que cada cual trató de introducir a sus culpables. Fue una batalla sin cuartel, y contra reloj, de fabricación de pruebas, camuflaje de listados de teléfonos y tarjetas y terminales que llegaron a detenciones anticipadas y arbitrarias.

Fernando Múgica en la redacción de este diario en 2015. / Eduardo Suárez

Fernando Múgica en la redacción de este diario en 2015. / Eduardo Suárez

UN ERROR GARRAFAL

Uno de los errores más grandes que hemos cometido a lo largo de la investigación es considerar que las Fuerzas de Seguridad del Estado actuaron desde el primer momento con una única intención.

Al final, unos antes y otros después, todos los cuerpos de seguridad terminaron apoyando una versión en la que cada cual trató de introducir a sus culpables. Fue una batalla sin cuartel

La realidad es que en los primeros dos meses tras el 11-M se produjo una batalla salvaje entre los distintos organismos policiales y de inteligencia. Cada grupo se enrocó, se impermeabilizó por instinto, ante la brutal sorpresa de los atentados. Cada departamento razonaba, dentro de su muralla, que si no habían sido los suyos, ni la gente que ellos controlaban, tenían que estar implicados los demás. Se montaron, unos a otros, escuchas y seguimientos porque nadie se creía que aquellos primeros personajes que ciertos departamentos de la policía presentaban como autores tuvieran nada que ver con lo sucedido.

El asunto era muy grave así que se exigieron pruebas de fidelidad, se desenterraron viejas hermandades de los años 80 y 90, como el clan de Valencia, los de Barcelona o los guarreras de la vieja Brigada de Interior. Tardaron varias semanas en ponerse de acuerdo y al final lo hicieron convencidos de que seguir por ese camino nos podía llevar a todos a una catástrofe mucho mayor de la que había sucedido.

La matanza ya no tenía remedio. El cambio político no tenía marcha atrás. Hubo un juramento por el que nadie iba a responsabilizar de nada a ningún colega si se llegaba a un consenso férreo sobre los culpables. El linchamiento público de Agustín Díaz de Mera, ex Director General de la Policía, -un político que no pertenece al Cuerpo- cuando quiso salirse del guion, camina en esta dirección.

«QUE SE LO COMAN»

Un oficial antiterrorista de la Guardia Civil definió la situación, delante de sus hombres, de una forma impecable: «El PP ya está jodido hagamos lo que hagamos. Esto se lo van a comer los moros. Son tan gilipollas que al final ellos mismos van a convencerse de que lo han hecho. Se acusarán mutuamente para salvar el culo. Y el que hable, ya sabe, está muerto».

Croquis realizado por la Policía Nacional de la mochila-bomba encontrada sin explotar en la comisaría de Vallecas.

Croquis realizado por la Policía Nacional de la mochila-bomba encontrada sin explotar en la comisaría de Vallecas.

Una consigna parecida caló en todos los estamentos de seguridad. No faltaban, claro está, los que aplaudían con las orejas por el cambio de régimen que los atentados habían alentado. La marcha del odiado Trillo o del prepotente Aznar -¡cómo aplaudían los de Información de Zaragoza en la noche del 14-M!- era un alivio para muchos. Pero la conspiración de silencio rebasó cualquier inclinación política.

Tras el 11-M se produjo una batalla salvaje entre los distintos organismos policiales y de inteligencia… Se montaron, unos a otros, escuchas y seguimientos porque nadie se creía que aquellos primeros personajes que ciertos departamentos de la policía presentaban como autores tuvieran nada que ver

Antes de llegar a ese pacto hubo una batalla sorda por averiguar implicaciones y complicidades. Todos querían guardarse munición -y lo hicieron- por si venían mal dadas…

La sentencia no ha sido más que la consagración salomónica de la parte de la versión oficial que resulta suficiente, de cara a la galería, para pasar página por parte de las distintas corrientes. Ha dejado al descubierto, sin embargo, suficientes lagunas como para que nadie pueda proclamarse vencedor.

Los políticos de ambos signos lo tenían asumido hace tiempo. Era mejor eso que desvelar que agentes incontrolados de potencias extranjeras hubieran cambiado, sin nadie que se lo impidiera, la historia de España. No podían admitir además el control, bordeando la complicidad, que habían desarrollado durante años para alimentar y tener controladas a las bandas del norte y del sur, a ETA y a los musulmanes radicales.

LOS AGENTES INFILTRADOS

España era, en las semanas previas a los atentados, un entramado gigantesco de observadores, vigilantes, confidentes y agentes encubiertos. Lo mejor de cada casa estaba en las calles con los ojos bien abiertos. Corría el dinero y se palpaba una euforia prepotente. Los posibles grupos terroristas de uno y otro signo estaban tan infiltrados, tan controlados, tan neutralizados que las propias fuerzas de seguridad les daban cuerda para que pudieran seguir adelante sin sospechas, por si tenían que utilizarlos.

Las redes de la UCO, de la UCE1 y UCE2, de la UCII y la UCIE, de la UCAO, de la UDYCO, del CNI y un largo etcétera controlaban las caravanas de la droga, las rutas de los explosivos, las reuniones de los integristas islámicos. Por eso los avisos exteriores solo provocaban sonrisas de suficiencia.

Un oficial antiterrorista de la Guardia Civil: «El PP ya está jodido hagamos lo que hagamos. Esto se lo van a comer los moros. Son tan gilipollas que al final ellos mismos van a convencerse de que lo han hecho.»

A veces tenían que jugar al ratón y al gato y al escondite para que unos grupos policiales no interfirieran en la labor de los otros. ¿El Tunecino? Pero si era uno de los chicos del CNI. Por eso tuvieron que espantarlo de su piso cuando el acoso de la policía se había vuelto asfixiante. Facilitaron su huida para desesperación de los controladores policiales. Seguir leyendo


Desde la Plataforma Global Contra las Guerras nos hacen llegar dos convocatorias para este fin de semana en Madrid;

Los días 12 y 13 de marzo se celebran los dos actos que reseñamos y de los cuales os enviamos la convocatoria: el día12, a las 12 h. concentración en Cuesta Moyano, Atocha, en Madrid, DIA MUNDIAL CONTRA LA GUERRA, en una convocatoria de carácter Internacional.

Dia 13 acto en EL Ateneo de Madrid, a las 11.30, recordando la matanza terrorista de los trenes el 11 de marzo de 2004 y los 30 años del Referéndum de la Entrada en la Otan.

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Es imperiosa la necesidad  de hacer sentir las voces de los ciudadanos y ciudadanas  que se oponen a la guerra. Porque consentir es aceptar.  Algunas organizaciones italianas han lanzado la idea de declarar el 12 de marzo como DIA MUNDIAL CONTRA LA GUERRA, convocando manifestaciones y concentraciones contra una guerra que se extiende por el planeta devorando países, economías, gentes, a las que convierten en refugiados (en el mejor de los casos) y a las que roban no solo el presente sino  el futuro, y el pasado.  Porque uno de los objetivos  de esta guerra global y permanente es la destrucción también  de la raíces de los pueblos: el patrimonio arqueológico e histórico artístico es un objetivo en sí.

Por ello la Plataforma Global contra las Guerras, uniéndose a esta propuesta internacional, CONVOCA UNACONCENTRACIÓN CONTRA LA GUERRA  el día 12 de marzo, en Madrid.

Porque la maquinaria guerrerista sigue en marcha, inventando calumnias para facilitar la intervención militar contra los gobernantes que no se doblegan a las imposiciones de la Red Financiera Global. Recordemos las “armas de destrucción masiva” que se imputaron a Iraq  (cuando el país que bate el récord en este tipo de armas, y las emplea es Estados Unidos); las supuestas matanzas de población de Gaddafi, que había proporcionado a los libios la mayor esperanza de vida de toda África…O la campaña calumniosa y permanente sostenida desde hace cinco años, con todos los medios de propaganda al unísono, contra Bashar al-Assad, presidente de Siria, que goza del respaldo masivo de su pueblo.  La campaña se intensificó tras descubrirse en Siria uno de los mayores yacimientos de gas de todo el mundo. Es el mismo itinerario seguido contra Venezuela, que también cuenta con las mayores reservas de petróleo del Planeta ¿Será casualidad?

¿O es que el dólar está hundido y necesita saquear países?

Qué decir de Libia, país  que está siendo invadido militarmente de nuevo… Porque estaba retomando las riendas.

Qué del Estado Islámico,  cuando la coalición internacional que dice combatirlo agrupa a todas las células terroristas de Al-Qaeda.

Golpes blandos, bloqueos económicos, “primaveras”, “revoluciones de colores”, guerras de cuarta generación, epidemias, autoatentados… Son las múltiples caras de las guerras del Imperio.

Que no nos engañen más: No a una nueva invasión de Libia.Detengan las sanciones contra Siria. No a la venta de armas a Arabia Saudí (para bombardear Yemen).   Dejen en paz a Venezuela.  Son algunas de nuestras demandas inmediatas.


Conferencia Pública: El imperialismo, tras el terrorismo

Domingo 13 de Marzo, 11h30, Ateneo de Madrid

En memoria de los atentados del 11 de Marzo y de los 30 años del referéndum de la permanencia de España en la OTAN. Ante las amenazas de Estados Unidos y la OTAN a la paz mundial… otra vez más, ¡NO A LA GUERRA!

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PLATAFORMA GLOBAL CONTRA LAS GUERRAS


Comparto un texto acerca del 11M publicado recientemente por el genial Ibn Asad y enlazo dos extensos artículos publicados aquí en diferentes años.

Cartel de IPV del año 2011

11M – 9 años y seguimos sin saber la verdad

11M: 10 años después ¿Qué conspiración ha muerto?

 


El Día que Quieren que Olvides

Aryan Studies | 8 Marzo 2015 | Ibn Asad

Once años ya de un día once, en el que me mataron a mí, en el que te mataron a tí. Fue la jornada en la que hicieron explotar la ilusión de que, quizás algún día, había habido democracia en España. No fue ningún golpe de estado, tal y como dicen algunos, sino una exhibición de un mismo poder que controla la escena política, que quita y pone estos gobiernos de pacotilla que nos gobiernan. Porque es una misma fuerza la que hace a un poder ejecutivo, entrante o saliente. Porque es verdad que el Partido Popular mintió hace once años, casi tanto como lo hizo el PSOE durante los mismos. Porque las diferentes versiones no se ven tan antagónicas cuando se extrae el denominador común de ambas, once años después: esa urgencia por «pasar página», por estrechar esa ley del embudo de la «memoria histórica», por no investigar el 11-M.


La mejor manera para que no se sepa la verdad de algo que sucedió, es asegurarse de que esa verdad resulta inconveniente. Para todas las partes: El PSOE sigue esgrimiendo esa escandalosa sentencia judicial, ratificada (ratificar, verbo que proviene de «rata») por el Tribunal Supremo, que dice que un tendero marroquí montó un sofisticado ataque militar con once bombas que, de forma casi simultánea, arrasaron la vida de ciento noventa y dos personas en cuatro trenes diferentes sin dejar pruebas, ni huellas, ni rastros de autoría. El abrevadero de la Izquierda sigue mintiendo sobre un 11-M de corte islamista, cuando lo cierto es que nada islámico hay en el 11-M, ni tan si quiera su chivo expiatorio, al que simplemente le tocó nacer en Marruecos, y tiene de yihadista lo que cualquier español medio tiene de miembro de los Guerrilleros de Cristo Rey.

Por su parte, la Derecha, los democristianos cobardes del PP, los cargos que en su día, supieron o pudieron saber lo que pasó el 11 de Marzo de 2004, siguen mintiendo, asegurándose una suculenta jubilación a base de embustes, de imponer el olvido y de proponer un cínico «pelillos a la mar» ante algo que no tiene perdón. O no, al menos, hasta que la verdad sea dicha. Seguir leyendo


Cartel de IPV del año 2011

Todos los medios llevan la última semana hablando de la muerte de la conspiración del 11M. Evidentemente tan sólo se refieren a los medios oportunistas e indecentes que sostuvieron la autoría de ETA contra viento y marea por simple rédito político, propagandista y partidista. Pese a que incluso las fuerzas de seguridad tenían claro que no había conexión alguna pasadas pocas horas del atentado, parece que era un fantasma que se debía de mantener vivo. Tanto seguidores como detractores, que para vencer la propaganda, se aferraron a la Versión Oficial judicial y atacarán cualquier duda o revisión de esta. Y así se enfiló tras una u otra versión la sociedad, y en buena parte según color o afiliación política de cada uno.

Imprescindible vídeo, uno de los primeros que hubo, de la antigua antimperialista.blogia

Tras 10 años del mayor atentado en Europa y algunos menos de las sentencias, basta ojear los medios para acabar con una sensación maravillosa de que la justicia funciona bien, los fiscales y  la policía lo hicieron estupendamente, los medios (menos los conspiradores del «todo es ETA») salen triunfantes… Y como no, el terrorismo islámico mantiene al Gobierno en alto riego de atentado, y nos hace creer que es la principal amenaza del Estado español.

Conviene recordar a los que quieren enterrar la conspiración, ya que el atentado constantemente se atribuye con una total ligereza a Al Qaeda [tapadera de la CIA cada vez más descarada], que la Sentencia de los Juicios del 11M atribuyó la responsabilidad a «células o grupos terroristas de tipo yihadista«. Sin especificar la concreta organización o pertenencia  ya que no se encontraron vínculos con ninguna organización terrorista conocida.

Como nada, o casi nada, ha cambiado desde el artículo que publicamos sobre el 11M, aquí os le dejamos y recomendamos su lectura para que cada cual valore si las teorías sobre conspiración en el atentado han muerto o no.

11M – 9 años y seguimos sin saber la verdad

Recomiendo también una serie de artículos del Blog Urania en Berlin, que desde el pasado Octubre y a lo largo de 16 capítulos, ha investigado, recopilado y desgranando los vídeos del juicio (pienso que no hay otra forma de crearse una opinión) y aporta unas conclusiones y reflexiones que, personalmente, es de lo mejor que he leído últimamente sobre el caso del 11M. Comparto aquí el último capítulo y desde aquí podéis acceder al resto.

El 11-M. Las claves de la operación terrorista de Madrid

Urania en Berlin | 10 Mar 2014 

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El australiano Joe Vialls (1944-2005) fue uno de los más incisivos investigadores independientes de algunas de las operaciones terroristas de falsa bandera que se produjeron desde los años ochenta hasta que aconteció su muerte en 2005. Tan sólo cuatro días después de los atentados de Madrid, el 15 de marzo, Vialls realizó un análisis de los hechos que a la mayoría de los españoles les hubiera parecido inimaginable en aquellos momentos (y también ahora, todo hay que decirlo).

Vialls falleció en 2005 y no pudo continuar su trabajo sobre las que hubieran podido ser otras interesantes aportaciones (masacre de Noruega, atentado de Londres). Vialls fue especialista en las llamadas “black op” (u operaciones encubiertas) de la agencia de inteligencia israelí Mossad. Escribió un libro sobre la masacre de Port Arthur (Deadly deception at Port Arthur), en Australia, donde murieron asesinadas 35 personas en 1996, crimen cometido aparentemente por una sóla persona (Martin Bryant, el típico “loco” solitario), pero que Vialls atribuyó al Mossad. Acerca de Vialls se ha dicho de todo por sus detractores. Por ejemplo que fue un ex agente de inteligencia israelí (bajo el nombre de Ari Ben Menashe) el cual habría participado en numerosas operaciones clandestinas del Mossad. Realidad o no, conspiración o no, invenciones gratuitas o no, ese es otro tema. De esta última polémica se habla mucho en determinados foros pero nada se dice de su aportación al 11-m, mucho más interesante.

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Vialls comienza mostrando tres fotografías del 11-m, en concreto de los vagones destrozados por las bombas. Estas tres fotografías de los trenes, señala Vialls, proporcionan pistas importantes a la hora de determinar qué clase de explosivos fueron utilizados, donde fueron colocados y, por lo tanto, cómo y desde donde se impulsó la operación terrorista. Vialls nos requiere, para que antes de que leamos su análisis y mediante una radiografía visual, seamos capaces de  analizar en las fotos hasta donde pueden dar de sí estas pistas y cómo interpretarlas. Empieza el australiano afirmando que una de las mayores fábulas de la operación terrorista de Madrid tenía su base en de que el público tuviera el convencimiento de que un gran grupo de ágiles terroristas subieron a bordo de los cuatro trenes, procedentes de  las estaciones de Alcalá de Henares y Guadalajara en dirección a Atocha.

¿Por qué ágiles? ¿Qué quería decir Vialls con esto? Veamos: Ahora piense en esto cuidadosamente. En mi opinión personal cada una de las diez explosiones habría requerido entre 40 y 50 libras (18 a 22 kg) de explosivo militar de alto poder destructivo, categoría C4/Semtex-H. Estos explosivos tienen un peso específico muy bajo, lo que significa que son excepcionalmente voluminosos para su peso. Por lo tanto, esto habría requerido de diez [fuertes] terroristas accediendo a la plataforma baja del tren actuando al mismo tiempo, cada uno arrastrando una gran mochila en medio de una hora punta. Es extraño entonces que ningún testigo en Alcalá de Henares recordase haber visto a alguno de ellos, porque estos señores con sus equipajes voluminosos hubieran, sin duda, destacado entre la multitud y causado una considerable desconfianza entre los viajeros.

Prosigue Vialls hablando acerca de que, no se demostró que hubiera fuego en cualquiera de las diez partes de los coches donde se produjeron las explosiones, lo que demuestra, a su vez, que explosivos militares de alto poder destructivo fueron utilizados en cantidades considerables. Refiere con ironía Vialls: hasta incluso el más escéptico de los lectores estaría dispuesto a admitir que si diez enormes musulmanes barbudos tratasen de cargar mochilas gigantes con explosivos yendo de aquí para allá por  todo el país, hubieran sido detectados al instante.

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La segunda idea, afirma Vialls, se refiere al patrón de la explosión. Si se observa con cuidado, se dará cuenta de que algunos de los fragmentos incrustados en los paneles del techo destrozado son, de hecho, la metralla del suelo procedente del mismo vagón. Sin entrar en demasiados detalles técnicos, es imposible que pequeñas partes del suelo del vagón pudieran alojarse en el techo, a menos que las cargas se hubieran fijado por debajo del piso del tren antes de la detonación. Esto se ve confirmado por el hecho de que el coche tenía la parte posterior completamente destrozada en dos lugares diferentes. Las cargas colocadas en una mochila y situadas en la parte superior del piso del tren serían completamente incapaces de romper las fuertes vigas de apoyo de acero longitudinales que están situadas a lo largo del chasis de cada vagón. La perspicacia y finura del análisis de Vialls, a escasos días del atentado,  sobre la forma de colocar los explosivos en los trenes, enlaza de algún modo a una noticia de hace unos meses, donde se podía leer lo siguiente: Desaparece la única prueba de la existencia de un cráter en el suelo del tren -ignorado por los peritos-. Una prueba que puede ser determinante para aclarar si esa bomba había podido ser colocada por alguien que accediese a ese coche poco antes de producirse la explosión. Seguir leyendo