
El mundo no se acaba aún… te lo dice el Cristo molón.
Los gurús de la New Age dicen que los mayas han hablado.
Después del día 21 los gurús de la New Age han callado.
El mundo no se ha acabado y en el camino a muchos les han manipulado…
El día 21 en el «Apocacrisis Global Fest» lo pasamos muy bien y vimos como se generó un ambiente auténtico de gente que cada día tiene menos miedo y que se mueve disolviendo límites mediante el amor, que da todo lo que tiene por el cambio a mejor, que está dispuesta a desobedecer a la supuesta e impuesta autoridad, que no quiere ser esclavo en el Nuevo Orden Mundial, ni desea ser manipulado por la espiritualidad desvirtuada de la New Age que nos lleva a una Nueva Religión Mundial . El mundo tal y como lo conocíamos no se acabó, o se acabó, pero poco… Aunque en realidad, como se oye decir a alguna persona reflexiva, el mundo se acaba todos los días para muchas personas hastiadas que no han podido más con lo que les ha tocado vivir. Y no nos extraña, porque este sistema es una broma de mal gusto y un cansancio, el trabajo, mal entre los males de nuestra sociedad, una esclavitud que debe ser abolida, y esta vida es un juego, para muchos macabro. Algunos nos damos cuenta de que nos han soltado en un tablero de ajedrez sin conocer las reglas del juego, otros no saben ni siquiera que están jugando, y otros aún menos avispados o más hipnotizados y drogados por los estímulos que nos inundan creen conocer las reglas basándose en los ridículos patrones de éxito que les muestran los medios, MTV y «Gandía Shore» mediante.
El trabajo es duro, pero ¿qué otra opción tenemos?

«Tool» sabe más del «cambio de conciencia» que muchos gurús de la Nueva Era
Podemos seguir esperando «un rayo sincronizador» desde el centro de la galaxia, o podemos seguir esperando a que vengan «10 mil millones de naves», o también podemos subirnos a una montaña, o podemos quedarnos más cómodos aún en casa meditando y enviando nuestra energía positiva y buenrollera al mundo, hasta el punto de justificar por la quinta ley del meditador supino aspirante a gurú de la Nueva Era, y pasarnos por el forro la máxima de que «Todos somos Uno» y mediante el karma y la reencarnación asegurar que «cada uno vive lo que tiene que vivir», y así justificar no hacer nada real ante el sufrimiento de nuestros semejantes.
Pero eso no es nuestro rollo, lo vemos más bien de vagos egocéntricos. Como se habló en el interesante debate realizado antes de los conciertos del «Apocacrisis», la meditación parece ser una herramienta para acumular energía y sobrellevar el día a día entre tanto caos y ruido. Algunos meditan sin saberlo cuando componen música, cuando tocan un instrumento, cuando hacen el amor, o cuando miran al gotelé del techo. Pero llegamos a la conclusión de que la meditación no es un fin, tan solo es un medio para continuar trabajando.
Tool («Herramienta»), un curioso grupo al que deberíamos dedicar un artículo entero nos explica en su canción «Parabola» como entiende «el cambio de conciencia», o lo que es lo mismo, como sienten el punto de inflexión de la «parábola». Quizás sentir esta canción con una sonrisa sirva de más que leer las extensas canalizaciones sobre los tres días de oscuridad de los estafadores teósofos y rosacruces luciferinos de la Nueva Era. Seguir leyendo