Hoy vamos a tratar de manera introductoria uno de los temas más complicados de abordar: Los roles sexuales de hombre y mujer en la sociedad.
Y es que al tocar este tema corre uno el riesgo de ser malinterpretado o facilmente tachado de machista, misógino, y a veces homófobo o cualquier otra burrada, y en el caso de «Información por la Verdad» nada más lejos de la realidad. Solo pretendemos hacer reflexionar a los lectores acerca de los roles desvirtuados y alejados de su esencia que están tomando muchos hombres y mujeres en la sociedad influenciados inconscientemente por la educación y la gran rueda mediática.
El motivo de tratar este tema no es otro que el deseo de ver en un futuro cercano a hombre y mujer viviendo su sexualidad en plenitud. Nos gustaría ver como pasamos de tratarnos como extraños y rivales influenciados por la dañina guerra de sexos a comprendernos desde el amor y respetarnos en nuestras diferencias. Cada uno es libre de comportarse como le apetezca, pero tanto mejor si se conocen todos los factores que nos hacen comportarnos de una u otra manera, para ser en definitiva completos y felices …o incompletos e infelices.
Ancestralmente, en diferentes culturas y épocas, hombre y mujer han sido considerados energías duales y complementarias cuya unión desde el amor es generadora de vida y conformadora del motor del mundo. Hombre y mujer son dos partes de un todo, del ser humano completo. Los dos son diferentes en cosas de las que no debemos avergonzarnos, ¿por qué deberíamos ocultar nuestra virilidad o feminidad si es nuestra esencia? Somos ligeramente diferentes en morfología, en el mundo de los sentidos como lo es la sensibilidad, la sensualidad y la sexualidad, en el entendimiento y en la afectividad. Es importante que tanto hombres como mujeres conozcan cómo son y cómo es el sexo opuesto, ya que de ello depende que se complementen y sean felices. Por ello instamos a reflexionar acerca de la impuesta guerra de sexos, e incitamos a su unión basándose en el respeto mutuo y en la igualdad de derechos, deberes y oportunidades, pero sin olvidar el respeto de las diferencias esenciales entre hombre y mujer y sus roles dentro de la sociedad y la pareja.
Los hombres y las mujeres son diferentes. Esto no significa que unos sean mejores que otros sino que, sencillamente, son diferentes. Hace tiempo que los científicos, los antropólogos y sociobiólogos lo saben. Pero Pilar Sordo nos lo explica con mucho humor… 🙂